Reliquias del Pbro. Rutilio Grande
El futuro Beato Salvadoreño llevaba consigo varios objetos el día de su muerte, entre ellos un pañuelo que absorbió parte de su sangre y un ritual de sacramentos, mismo que fue impactado por una bala.
El próximo sábado 22 de enero, el Pbro. Rutilio Grande y sus dos colaboradores (Manuel Solórzano y Nelson Lemus) serán beatificados a través de una Santa Misa que dará inicio a las 5:00 pm en la Plaza de las Américas de San Salvador, El Salvador. La ceremonia estará presidida por el Cardenal Gregorio Rosa Chávez en representación del Papa Francisco.
Ante los preparativas del magno evento, en la mañana de este 20 de enero, el Museo de los Mártires hizo entrega a la Comisión organizadora de la Beatificación de la reliquia del Padre Rutilio Grande: un pañuelo elaborado con tela de color blanco y líneas verdes.
Día de la tragedia
En 1977 y en marco a la celebración de la novena en honor a San José en uno de los municipios ubicados al norte de San Salvador: El Paisnal, el Padre Rutilio Grande fue invitado a presidir una eucaristía en dicha zona.
El 12 de marzo de aquel año, hacia las cinco de la tarde, el padre “Tilo”, como lo llamaban los campesinos, junto con Manuel Solórzano (72 años) y el joven Nelson Rutilio Lemus (15), se dirigía en su vehículo “zafari” hacia El Paisnal para celebrar la Santa Misa en Honor a su patrón.
Casi a la mitad del camino, lo estaban esperando unos hombres fuertemente armados y apostados a ambos lados de la carretera. Cuando el "zafari" llegó a la altura del cantón "Los Mangos", los asesinos abrieron fuego contra el vehículo, causando que este volcara y dejara en su interior, los tres cuerpos sin vida en el lugar. El reporte forense afirma que el padre Grande recibió doce balazos.
De las balas que arremetieron en contra de la vida de los mártires, una atravesó, inmisericorde, el libro del ritual de los sacramentos. Chorros de sangre unían, en triste despedida, al sacerdote y a los laicos, al jesuita y a los campesinos, a los martirizados y la tierra.
Reliquias
El futuro Beato Salvadoreño llevaba consigo varios objetos el día de su muerte, entre ellos un pañuelo que absorbió parte de su sangre y un ritual de sacramentos, mismo que fue impactado por una bala.
El pañuelo que fue testigo de la muerte de Grande en El Paisnal y que estuvo alojado en la bolsa trasera de su pantalón, será la reliquia que actualizará su presencia en la ceremonia de beatificación.
En el mismo, se denota que en una de las esquinas está bordado el nombre de P. Grande y en toda la superficie, los rastros de su sangre, que el tiempo no ha podido borrar y que nos siguen hablando de su vida, su entrega y amor por los más pobres.
El papel principal de las reliquias anteriores es invitar a seguir el camino de servicio al pueblo de Dios hasta la entrega de la propia vida, tal y como lo hizo Jesús y jamás como mortaja que acompaña a la muerte.
"El evangelio va estrechamente unido a la vida", Pbro. Rutilio Grande.
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